sábado, 3 de enero de 2009

Strada interrotta

Lo reconozco, dejé de escribir porque pienso que nadie me lee. También porque creo en el silencio. El silencio no ejemplifica la vacuidad, sino la falta del interlocutor adecuado. No creo en las palabras de relleno, sino en las creadoras de puentes. Y ya lo dice Cortázar, un puente no se sostiene de un solo lado...jamás Wright, ni Le Corbusier hicieron un puente de un solo lado.
He pensado que quizás no sea interesante lo que digo, que no lo diga de la forma adecuada, que no sea atractivo, que mis palabras sean lo que odio: un bonito relleno en la nada. Pero no lo creo. Simplemente faltan jugadores. Por ello decido volver en su busca.
Es un divertimento de niños. El juego es sencillo. Yo pongo el material, la estructura y una base. Tan solo, casi nada, hay que poner otra base.
Lo importante no es la cantidad de personas, sino la invención del puente. Los puentes unen y los ríos invitan al viaje. Lo complicado, lo dificil, es que alguien escuche. Entonces, solo entonces, se pueden atravesar los puentes y navegar los ríos.
Mientras tanto, mejor o peor, con mas o menos arte, yo seguiré poniendo material, estructura y una base.

jueves, 13 de noviembre de 2008

(Rincones 1) Villa Doria Pamphilj

En aquellos días era común recoger tuercas por la calle. Jugabamos a ponerlas en los adoquines de Via Giulia mientras pensabamos en aquel aventurero que, algún día atravesando la calle, descubriría en ellas el secreto de la caída del sacro imperio romano de occidente. Después siempre ibamos a Lungotevere della Farnesina y, asomados al río, gritabamos cómo locos ante el estupor general de quienes atravesaban el Ponte Sisto. Era tan sencillo... como subir al carrusel, tú siempre en el caballo, yo en el pobre burro de madera, 24000 besos dando vueltas al ritmo de tus manos, al son de mis zapatos...

La Villa Doria Pamphilj es el parque más grande de la ciudad de Roma. Como su nombre indica, nació como villa de la poderosa familia del papa Inocencio X, siendo una muestra más del poderío de la nobleza del siglo XVII. Situada en la parte alta del conocido barrio del Trastevere, no alcanzó la extensión actual hasta el siglo XIX, cuando la familia Pamphilj anexionó Villa Corsini. Ya en siglo XX fue adquirida por el estado italiano convirtiéndose así en un parque público. En su interior alberga el palacete y mausoleo de la familia, aparte de lagos, cascadas, praderas, bosques... Todo un repertorio de naturaleza que hacen de ella uno de los rincones más tranquilos y agradables de la ciudad. A día de hoy es el lugar preferido por las familias romanas para jugar y pasear los fines de semana sin salir de la ciudad. Un rincón agradable, alejado del turismo y gentío del centro de la ciudad, en el que los niños, y si, también las parejitas de enamorados, acampan a sus anchas.

martes, 11 de noviembre de 2008

(Las siete colinas 1) El Capitolino

Pero porqué siempre, no falta, hay una mujer de negro sentada a los pies de la escalera. A veces, si, si, lo he visto, anda a tientas, cierra los ojos, se pone en pie y, tratando de adivinar la cara de quienes tiene delante, alarga sus manos para tocarlos. Ellos, comunmente temerosos, se retiran, o, en el peor de los casos, la increpan. Y así es como se rompe el juego. Ella, con los ojos abiertos, vuelve a su escalón a sentarse con la mirada perdida.
A los pies del monte Capitolino, en las escaleras que llevan a Santa Maria en Aracoeli, una mujer de negro ha inventado un juego, el de buscar, siempre a tientas, una cara que se deje acariciar. No la ha encontrado. Por ello sigue sentada a los pies de la escalera.

Es el reverso de Plaza Venecia, el monte que se ve al fondo cuando caminas por el foro, el Capitolino.
El Monte Capitolino, uno de los siete sobre los que se levantó la ciudad de Roma, fue, según se cuenta, el lugar en el que Rómulo asentó su base para gobernar la ciudad. Desde entonces, siempre ha estado directamente ligado con el gobierno de Roma. El monte está compuesto por dos pequeñas cimas en las que hoy en día se levantan la Iglesia de Santa Maria en Aracoeli y la Plaza del Campidoglio. En época romana albergó alguno de los templos más importantes de la ciudad, para posteriormente, en la edad media, recuperar su función política, convirtiendose en la sede del senado de Roma. Fue por aquella época cuando se construyó la iglesia de Santa María en el lugar ocupado por uno de los templos romanos. En época renacentista Miguel Ángel llevó a cabo la construcción de la plaza rodeada por los palacios de los conservadores, el senado, y lo que hoy en día son los museos capitolinos. Es interesante la peculiar planificación de la plaza que hizo Miguel Ángel, llevada a cabo con la intención de hacer un juego de perspectivas cuyo punto de fuga fuera siempre el palacio del Senado.
Hoy en día el Monte Capitolino acoge los célebres museos del mismo nombre, en los que se encuentra posiblemente la colección màs interesante de esculturas romanas. Por otro lado, la plaza del Campidoglio conserva su función política albergando la Comuna di Roma. En la cima de al lado, la bella iglesia de Santa María en Aracoeli, casi adosada al momumento a Vittorio Emmanuel, mantiene vivo el caracter religioso del Monte Capitolino.

viernes, 7 de noviembre de 2008

(Detalles romanos 1) Para ver como tú ves

Para ver como tú ves quizás baste con cerrar los ojos. Volverlos a abrir y descubrir esa ventana de cristales azules y formas amorfas y caóticas coloreadas en rojo y amarillo. Andar como loca por los suelos empedrados de esta ciudad que nos rodea, en busca de cualquier recipiente con agua en el que tirar monedas. Porque si, en tu inocencia, las monedas aun son un juguete amarradas en tus manos. Un charco, una promesa de alegría; una sombra, tus dibujos animados; un museo, algo triste y aburrido. Empeñarte en que te compre un calendario rosa o agarrarme la mano para correr en los centros comerciales, es tan común en ti... Para ver como tú ves quizás baste con andar como los gatos, sigilosos y en silencio, para, de repente, estallar en un grito de alegría porque descubriste a alguien con un helado, oiste un trozo de esa canción de moda o viste el lugar que te había enseñado en una foto... Dormir en la plaza de San Pedro a las siete de la tarde, para luego corretear por las calles de Porta Maggiore en una noche de esta primavera de octubre. Regalarme caramelos cada mañana o pedirme que de un salto te coja la hoja más grande del árbol, es tan común en ti... Para ver como tú ves quizás baste con ser tú, con tener tus cinco años, tenerte cerca y contagiarme de tu edad, de tus luces, tus colores y tus cuentos inventados.

Estos detalles romanos pertenecen a la exposición de Bruno Munari que puede verse hasta el próximo 22 de Febrero en el museo del Ara Pacis. Bruno Munari es un artista y diseñador italiano que basa su obra en juegos y objetos cotidianos. Interesado sobre todo en el acto creativo y la infancia, su obra destila inocencia unas veces y complejidad otras, pero sobre todo, una sencillez que la hace accesible y, en muchas casos, cercana a todos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

(La otra Roma 1) El ejercito en la calle

Puede suceder a veces, de vuelta del barrio judio y su Piazza Costaguti, que una pareja de carabinieri se crucen en el camino. También puede suceder a veces, atravesando Via dei Cerchi, que, dejando su habitual apatía a un lado, decidan actuar, porque en Circo Massimo el ejercito prepara su fiesta:

- Eh Ragazzo!... ragazzo!... eeh ragazzo!
- Io?
- Dove sei andando??
- A la mia casa...
- Non poi andare per cui, debi andare per la strada...
- Ma la strada e piena di acqua, non poso...
- Per la strada!!
- Non poso...l´acqua... piu gente e andando per la via senza problema...per que io non poso??
- Ti dico que per la strada!!..

Y es así como se acaba caminando por una carretera inundada y llena de coches bajo la atenta mirada de dos carabinieri, mientras el resto de gente camina tranquilamente por la acera.
Italia, a veces, también tiene otras caras menos agradables...


Después de las últimas elecciones el gobierno ha sacado el ejercito a la calle. Es raro pasear por Roma sin encontrarse algunos militares detenidos en cruces o calles importantes. Mientras tanto, la ciudad está llena de carteles en los que el partido en el poder usa el lema "Il popolo de la libertà" bajo una foto del ejercito en la calle. Extraña idea de libertad. Esta política ha fortalecido el rechazo al extranjero y ha creado un clima de miedo inexistente, pues Roma es la capital de Europa con la tasa de criminalidad más baja. Si bien es cierto, en las últimas semanas varias manifestaciones han atravesado la ciudad en protesta por estas medidas y otras relacionadas principalmente con la educación.
No se trata de pensar politicamente de un modo u otro. La libertad no la dan los militares en la calle. La libertad no la tiene que dar nadie, ni siquiera un gobierno. La libertad es un derecho inviolable que cada persona posee por el mero hecho de ser persona.

Cuenta una leyenda romana que en las noches de tormenta, al atravesar Via dei Cerchi, los extranjeros pueden caminar sobre las aguas...

martes, 4 de noviembre de 2008

(Iglesias 1) San Luis de los Franceses

Si, anda, lo se, toda esa gente que espera el bus cada tarde en Corso Vittorio Emanuele está grapada a una señal amarilla. Los he visto, primero es el ritual de roces y miradas, luego la mano que con disimulo se cuela por el interior de la chaqueta y, finalmente, el paso atrás. No es más que un capricho, pues la grapa, siempre antojiza, siente predilección por esas señales amarillas repletas de nombres en la que cada uno, antes o después, encuentra la imagen de su casa.

Es sencillo, si desde Corso Vittorio Emanuele subes por Corso del Rinascimiento y enlazas con Via Salvatore, llegas a un plaza en la que, si, anda, lo se, es extraño, se habla francés.
- Cette pluie est terrible!
- Oh, monsier, uniquement c´e un nuage ludique!
- Comme des staples?
- Oui, toujours capricieux...


La Piazza di San Luigi de´Francesi, alberga la iglesia del mismo nombre. Este templo, construido por Domenico Fontana a lo largo del Siglo XVI es la iglesia nacional de los franceses en Roma, consagrada a San Luis, rey de Francia. La iglesia está repleta de alusiones a personajes o hechos de la historia del país galo. Si bien su exterior es relativamente austero y sencillo, típico renacentista, su interior lo contrarresta al estar barrocamente decorado en mármol de colores dorados.
Constituida por tres naves y capillas laterales, su principal atracción son los lienzos de Caravaggio situados en la Capilla Contarelli en los que narra la vocación, inspiración y martirio de San Mateo.

Si, anda, lo se, el claroscuro es un invento del demonio...

lunes, 3 de noviembre de 2008

(Historia 1) La fundación de Roma

En la antigua ciudad de Alba Longa un rey fue destronado por su hermano. Este, temeroso de represalias, mató a todos sus sobrinos, dejando viva tan solo a Rea Silvia, una joven doncella obligada a convertirse en vestal para conservar su virginidad. A pesar de ello, quedó embarazada del dios Marte, y, temiendo que su tío los matara, abandonó a sus dos hijos en el río. De él fueron rescatados por una loba llamada Luperca, la cual los amamantó como a sus crías hasta que tiempo después fueron recogidos por un pastor y su mujer. Al crecer, los dos hermanos descubrieron su ascendencia, y ,reclamando lo que era suyo, obtuvieron unos terrenos en el Lazio. Allí, junto al lugar en que fueron rescatados por la loba, cuenta la leyenda que los hermanos Rómulo y Remo fundaron la ciudad de Roma.
La nueva ciudad estaba delimitada por unos surcos bajo amenaza de muerte a quien osara traspasarlos sin permiso. Fue Rómulo, quien tras vencer a su hermano en un juego, nombró la ciudad como Roma. Remo, por su parte, enfadado por el resultado del juego, borró los surcos de la ciudad, y Rómulo, cumpliendo la amenaza, lo asesinó. Rómulo dió inicio así a la monarquía romana, convirtiéndose en el primero de los sietes reyes de Roma. Creó el senado, llegó a poblar cinco colinas con todo tipo de gentes y protagonizó el conocido rapto de las sabinas, según el cual Rómulo raptó a las mujeres de una población vecina desalentado por la escasa población femenina de Roma.
Finalmente, es probable que Rómulo muriera asesinado por la conspiración de unos senadores.

A día de hoy se piensa que toda esta historia tiene mucho de mitología y poco de realidad, dudando muy seriamente de que fueran Rómulo y Remo los auténticos fundadores de Roma. De todos modos, el lugar exacto en el que se puso la primera piedra de Roma se cree que es una cueva situada a los pies del Monte Palatino, a la orilla del río Tíber, junto a lo que se conoce como Circo Massimo.
Sirva como curiosidad que se establece como fecha de la fundación de Roma el 21 de Abril del 753 a.C.